Nostos. (Un lugar del que nunca se termina de regresar)
"Más allá, en la lejanía, se distinguían las numerosas luces de la ciudad de Melilla y de su puerto, luces similares a las que ahora observa en el firmamento de la isla, luces lejanas imposibles de alcanzar señalando el camino de regreso a casa.
Ahora, después de tantos años, lo sabe: la vuelta a casa desde un lugar del que nunca se termina de regresar."
"_Veo a un viejo compañero..., atrapado en una trampa, una bonita jaula de cristal...
_ Ese viejo compañero hace días que tiene la puerta abierta, pero no lo sabe, nunca ha probado a salir, o ya no quiere salir_"
"_ La gente hoy en día no son más que marionetas movidas por los hilos de una sociedad cada vez más vacía e insensible_ gira su cabeza y posa sus ojos oscuros en los iris verdes de Miguel _. Quizás por eso te encerraste aquí_
Miguel no dice nada al escuchar esta última afirmación, no sabe cómo, pero el golpe ha sido certero y ha acertado en el centro de su corazón."
(Los Dioses en asamblea deciden el regreso de Ulises. La Odisea.)
Después de la guerra de Troya, Ulises se dispone a regresar a su casa, pero el regreso es largo y difícil, son diez años llenos de adversidades los que tarda en volver a su hogar.
Penélope espera, bordando una tela por el día y desbordándola por la noche para así dar tiempo a que su esposo regrese antes de tener que casarse con otro pretendiente.
Cuando por fin Ulises logra alcanzar su morada, ha cambiado tanto que solo su perro Argos lo reconoce.
Tras su paso por el Tercio, Miguel lleva muchos años vagando por diferentes lugares. No es capaz de regresar a casa, después de largas vicisitudes, ha quedado varado en una isla mágica.
Dos personajes de su pasado van a buscarlo para indicarle el camino de regreso.
Herida de amor. (paralelismos)
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